Lejos de resolver de manera ejemplar, la cuestión de la candidata del PRD a la gobernación en Tlaxcala, se convirtió en un desorden que sólo daña las chances del partido de izquierda de retener el estado. La oferta inicial del gobernador Alfonso Sánchez Anaya de renunciar para que pueda competir su esposa, Maricarmen Ramírez no tuvo resultado. El ejecutivo central del PRD insistió en la norma del partido que prohíbe a 'todos los familiares en línea directa' con el titular, aspirar al cargo de esa persona y la privó de la nominación.End of preview - This article contains approximately 553 words.
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